Cada primavera los bonitos jóvenes atraviesan el Atlántico para acercarse al Cantábrico tras las mejores anchoas y sardinas.
Allí son capturados uno a uno por pescadores artesanos con caña y cebo vivo. Poseen el sabor intenso las aguas frías en las que se desarrollan.
Conservas Valcárcel selecciona el mejor bonito y lo elabora con el cuidado de la conserva tradicional de Galicia.